Los nódulos pulmonares

A nivel mundial, el cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte. En los Estados Unidos, es la causa número uno de muerte tanto para hombres como para mujeres. Y aunque fumar sigue siendo la causa primaria de cáncer de pulmón, hay otros factores de riesgo también. Uno de estos es la exposición al asbesto.

Los nódulos pulmonares son pequeños crecimientos redondos en los pulmones que generalmente no son mayores a tres centímetros de tamaño. La causa más común de los nódulos pulmonares es la exposición al humo del tabaco. Esto irrita los pulmones y daña las células, lo que puede conducir a la formación de crecimientos.

También pueden ser causados por una variedad de otras cosas, incluyendo infecciones, inflamación, tumores y otras condiciones. La mayoría del tiempo, son benignos (no cancerosos). Pero en algunos casos, pueden ser malignos (cancerosos). Las personas que tienen un historial de enfermedad pulmonar o que tienen antecedentes familiares de cáncer de pulmón también tienen un mayor riesgo de desarrollar nódulos pulmonares.

Sintomas:

Los síntomas de los nódulos pulmonares dependen de su tamaño y ubicación. Si son pequeños y no causan ningún problema, es posible que ni siquiera sepan que están allí. Pero si crecen más, pueden causar una variedad de síntomas, incluyendo:

• Toser sangre
• Falta de aire
• Silbido
• Dolor en el pecho
• Tos que no se va

Si tiene cualquiera de estos síntomas, debe ver a un médico de inmediato.

¿Cómo se diagnostica?

Los nódulos pulmonares generalmente se encuentran incidentalmente, durante una radiografía de tórax o una tomografía computarizada por otra razón. Si su médico ve un nódulo en su escaneo pulmonar, es probable que ordene pruebas adicionales para determinar si es canceroso. Estas pruebas pueden incluir una biopsia, en la que se extrae una pequeña muestra de tejido del nódulo y se analiza bajo un microscopio o una tomografía por emisión de positrones (una prueba de imagen especial). Si se encuentra que el tejido es canceroso, se requerirán pruebas adicionales para determinar el estadio del cáncer.

Riesgos asociados con los nódulos pulmonares:

Los nódulos pulmonares conllevan varios riesgos. En primer lugar, si un nódulo es canceroso, puede extenderse a otras partes del cuerpo y causar problemas de salud más graves. En segundo lugar, incluso si un nódulo es benigno, todavía puede causar problemas si crece demasiado o presiona sobre otras estructuras en el pecho. Finalmente, algunos nódulos pueden ser difíciles de detectar en una radiografía, lo que significa que pueden no descubrirse hasta que causen daños significativos.

¿Cómo se tratan los nódulos pulmonares?

Hay varias opciones de tratamiento disponibles para los pacientes con nódulos pulmonares. El enfoque más común es simplemente monitorear el nódulo, realizando pruebas de imagen regulares para verificar si hay cambios en el tamaño o la forma. Si el nódulo permanece estable, es posible que no se necesite ningún otro tratamiento. Sin embargo, si el nódulo comienza a crecer, se podrán considerar otras opciones de tratamiento.

1. Cirugía:

La cirugía suele ser el primer tratamiento para los nódulos crecientes. El objetivo de la cirugía es eliminar por completo el nódulo, junto con un pequeño margen de tejido sano que lo rodea. En algunos casos, puede ser necesaria una lobectomía (extracción de un lóbulo entero del pulmón). El tipo de cirugía que se realizará depende del tamaño y la ubicación del tumor. En algunos casos, se puede usar un procedimiento mínimamente invasivo llamado cirugía torácica asistida por vídeo (VATS, por sus siglas en inglés). VATS es una alternativa menos invasiva a la cirugía abierta tradicional y permite que los pacientes se recuperen más rápidamente. Ya sea que se utilice VATS o cirugía abierta, el objetivo del tratamiento es eliminar por completo el tumor, al tiempo que se preserva tanto tejido sano como sea posible. Después de la cirugía, los pacientes generalmente necesitarán radioterapia o quimioterapia para asegurarse de que todas las células cancerosas hayan sido destruidas.

2. Quimioterapia:

Otras opciones de tratamiento incluyen radioterapia y quimioterapia. Estos tratamientos se pueden usar solo o en combinación, dependiendo del caso específico. Las decisiones sobre el tratamiento se toman caso por caso, teniendo en cuenta el estado general de salud del paciente y sus preferencias. Si tiene síntomas que le preocupen o si ha estado expuesto a factores de riesgo para el cáncer de pulmón, consulte a su médico. Pueden ordenar las pruebas adecuadas y remitirlo a un especialista si es necesario. La detección temprana es clave para el éxito del tratamiento del cáncer de pulmón.  

Referencias:

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